Gasteiz, 3 de marzo de 1976. Puerros, porras y balas asesinas.

Hacía mes y medio que a Franco le habían enterrado en la Sierra de Guadarrama. En enero, los trabajadores de unas cuantas fábricas Gasteiztarras comenzaron a movilizarse pidiendo una serie de reivindicaciones  socio laborales. Entonces no existían derechos de manifestación, ni de huelga, los sindicatos eran clandestinos y no había libertades. Con el paso de los días se fueron sumando más fábricas a las huelgas y movilizaciones. Recuerdo algunas manifestaciones de mujeres de obreros con las bolsas de la compra vacías, duramente reprimidas por la policía armada. Yo era un pipiolo de 16 añitos y junto con otros estudiantes, de forma inocente pero comprometida, comenzamos a pedir apoyo para las cajas de resistencia. El dinero recolectado para los viajes de estudios de diferentes centros escolares era el objetivo. Koldo Larrañaga, un cura semidesterrado en Caicedo Yuso por sus problemas con el Obispado, grabó con su cámara de super 8 las pocas imágenes de aquellos días. Entonces no le conocía, fue unos cuantos años más tarde cuando tuve oportunidad de colaborar con él en diversos proyectos. Para el día 3 se había convocado un paro general al que respondió toda la ciudad. Comercio, estudiantes, amas de casa y prácticamente la totalidad de la industria se sumó a la jornada de lucha. Varias iglesias eran el punto de reunión de los obreros. En Los Angeles tenían lugar las asambleas de los trabajadores de Mevosa (actual Mercedes), donde trabajaba mi padre, y a las que acudí ocasionalmente. En la Iglesia de San Francisco del barrio de Zaramaga era dónde se realizaban las asambleas conjuntas de las diferentes fábricas en lucha. Se convocó a  los huelguistas a las 5 de la tarde de aquel 3 de marzo  a una asamblea  para informar de cómo iban sucediendo los acontecimientos. Los grises esperaron a que la iglesia estuviese llena y fue entonces cuando la policía armada mandó desalojar el centro religioso. Ante la oposición de los allí reunidos la policía asaltó salvajemente la iglesia con todos los medios de que disponían: gases, pelotas de goma y fuego real.

Escenas de pánico, parte de las 5.000 personas que se encontraban en el interior intentaron salir de aquella encerrona por las ventanas, mientras que la gente que no había podido entrar, se enfrentaba como podía a las FOP con el fin de facilitar la salida de los encerrados. El resultado de tan salvaje desalojo fueron 5 trabajadores asesinados y cientos de heridos, muchos de ellos por arma de fuego. Me acuerdo perfectamente de donde estaba cuando comenzaron a difundirse por toda la ciudad las dramáticas noticias. Confusión, rabia, impotencia y miedo, era lo que sentía mientras me acercaba a casa de mis padres, saltando barricadas de fuego y farolas arrancadas  por la calle La Paz, en una ciudad fantasma tomada por la policía. Mi madre respiró profundamente cuando a eso de las 9 de la noche entré por la puerta de casa.

Han pasado 40 años y todavía no hay responsables de aquella matanza. Ni los causantes materiales ni los políticos de aquella salvajada, han sido enjuiciados.

Gasteiz exige Justicia, Verdad y Reconocimiento.

Por cierto, entonces en Gasteiz no había sofisticados pintxos , recuerdo como en las tabernas y taskas de la Kutxi se servía el vino en cafeteras rojas y en las barras convivían los puerros a la vinagreta con platos de huevos duros acompañados de un salero.

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Una respuesta a Gasteiz, 3 de marzo de 1976. Puerros, porras y balas asesinas.

  1. lukainka dijo:

    y nunca pagará nadie, cosa normal en este pais.

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