Definición de rural según el diccionario de la lengua española de la RAE
1.adj. Perteneciente o relativo a la vida en el campo y a sus labores.
2. adj. Inculto, tosco, apegado a cosas lugareñas.
Hace ya tiempo que tomé la decisión de vivir en un pueblo; me relaciono todos los días con ganaderos, agricultores y gente que vive en el medio rural. Es cierto que pueden o podemos, que me incluyo, estar apegados a las cosas del lugar, pero ¿no lo están también los urbanitas de cualquier ciudad?. En Gasteiz , sin ir más lejos, miles de personas se reúnen para dar comienzo a las fiestas en la Plaza de la Virgen Blanca cada 4 de agosto desde hace 55 años para recibir al aldeano Celedón, sin duda el prototipo de personaje rural que, según dicen, nació en Zalduondo.
Lo que no veo en el entorno en el que vivo es gente inculta ni tosca (inculto, sin doctrina ni enseñanza, grosero, sin pulimento ni labor) más bien todo lo contrario. Veo gente sensible y protectora del medio en que se desenvuelven, gente trabajadora, gente mayor , algunos sin apenas estudios, pero con una filosofía de vida envidiable. De este ambiente rural, me imagino que por el empeño de sus padres en darles educación, han salido científicos como Pedro Etxenike (Isaba), escultores como Jorge Oteiza (Orio), músicos como Sabin Salaberri (Aramaiona), bertsolaris como Basarri (Regil), cineastas como Montxo Armedariz (Olleta), cocineros como Hilario Arbelaitz (Oiartzun) y escritores como Bernardo Atxaga (Asteasu) quién además pasa largas temporadas en su casa de Zalduondo, donde como él mismo advierte que antes que el escritor es el vecino. Y que esto sirva como botón de muestra, porque la lista sería muy larga…
La RAE ha incorporado a la vigésimotercera edición de su diccionario, que será publicado en 2014, los términos tuitear, tuit, tuiteo, tuitero, los cuales se sumarán a las ya existentes tableta, blog o libro electrónico , que no digo que esté mal, pero creo que ya es hora de que estos académicos de la lengua revisen y actualicen, como mínimo, esta definición. Teniendo en cuenta que han enmendado 409 artículos para la letra R, según parece se les ha escapado o no han tenido a bien modificar la entrada “Rural”.
La definición 2 erra considerablemente; es una pena; (también para la real academia de la lengua española). Pasaba por aquí por buscar en Google lo siguiente : ¿ Porqué vive Atxaga en Zalduondo ? y encontrar muy pocas respuestas, aunque este blog. Me ocurre -que se me perdone este relato intempestivo- que me he aficionado a la montaña, con tres veces la edad de los veinteañeros. Unos asturianos en los Picos de Europa me comentaron que vendrían en una excursión de club al Aizcorri y me di cuenta entonces que yo no conocía casi ningún monte guipúzcoano. Al volver a Bilbao tomé, hace muy poco, un autobus hasta Oñati. No tengo coche. Seguí a pie hasta Aranzazu, con gran calor, que tampoco conocía y de allí a la cima del monte. Decidí bajar por Álava en vez de por Zegama y como había salido tarde de casa me encontré en Zalduondo, que yo no conocía de antes, a las 10 de la noche, algo cansado, sin nada de comer en la mochila. Como estoy en paro y uno es siempre pobre «malgré lui» en tales circunstancias busqué un bar y no un restaurante y un poco de hierba tranquila para dormir la noche en el saco de lo mismo. Enseguida vi, a pesar de la oscuridad, que el pueblo era muy pequeño. En ese momento yo no sabía que Atxaga vivía allí . Me puse a dormitar bajo el árbol del palacio museo, al lado de la iglesia, detrás de la fuente pública y amplia. Me gustan los pueblos, su tempo. En el bar tuve que cenar dos bolsas escasas de patatas fritas industriales, porque no tenían bocadillos.Y tampoco tenían agua.Tuve que comparla. Me dijeron que, casualmente, se había averiado el depósito de agua. Insínuo una nueva definición de rural: espacio a veces escaso; no me quejo, no obstante, del pueblo; dormí casi bien, con un buen aire hasta las seis y media de la mañana en que salí andando en la oscuridad y en la quietud de la llanura, para Salvatierra. Recordé que en Francia, en el Béarn, donde viví de jóven unos años; hay también un «Sauveterre»; que los bearneses tuvieron la delicadeza de no cambiar por otro nombre en bearnés, en la muy noble y no menos leal lengua de Oc, que aún subsiste y quizás malvive en el país vecino; aunque ignoro si ese nombre era una especie castigo identificativo o no. Llegué a Bilbao casi feliz, pues como Ulises, pude hacer un bello viaje improvisado. No hay que quejarse de ningún viaje, si lo sabes hacer; sólo de las circunstancia injustas de tu vida.